Manuel Perdomo, madera de artesano
El artesano de Haría atesora una variada colección de objetos que ha diseñado y creado en madera, una de sus pasiones, junto a las ruedas y otras formas redondas que ha reunido en una muestra en la sala Convento de Santo Domingo de Teguise.
La vida del artesano de Haría Manuel Perdomo Cabrera gira en torno a la madera y la rueda, dos elementos de los que apenas se ha separado en sus 69 años de vida.
"Se puede decir que nací en los talleres de mi padre, que se dedicaba a la carpintería y la herrería, oficios con los que elaboraba herramientas destinadas al campo y la vida cotidiana. De ahí me vino esa afición y comencé fabricándome mis propios juguetes al salir de la escuela, como camiones, patinetas, triciclos...", señala Perdomo. La Sala de Arte Convento Santo Domingo de Teguise expone una amplia selección de sus trabajos hasta el próximo 19 de junio.
Uno de los atractivos de la muestra es la colección de los distintos modelos de carretillas que los lanzaroteños utilizaban para enarenar las fincas, transportar la sal de las salinas, descargar bultos y mercancías en los muelles o trasladar objetos pesados en las casas rurales, donde este utensilio era imprescindible en las labores cotidianas.
Manuel no sabe de dónde viene su obsesión por las ruedas y otras formas redondas, pero su ingenio, siempre en movimiento, se convierte en carros, bicicletas con finas incrustaciones de marquetería y en esculturas de equilibrios casi imposibles.
Para sus creaciones rescata objetos centenarios, como los bujes (piezas en las que se apoyan y giran los ejes de las ruedas) que recuperó de un camión del siglo XIX, el primer vehículo que hubo en Haría, explicó Manuel. Esos bujes forman parte de la calesa que ha construido y con la que pasea su arte en romerías y concursos de caballos.
El catálogo artístico de Manuel es todavía más extenso. Sigue haciendo por encargo para equipos que compiten en el Archipiélago, juegos de bola canaria, otra de las tradiciones arraigadas entre sus manos. Las maderas que se usaban para estos elementos, precisó el artesano, "eran el moral y el eucalipto y los clientes que encargaban las bolas tenían que llevar al taller no sólo el material con el que construirlas sino también un peón que era el encargado de mover el volante con el que se hacía girar el torno".
Posteriormente, el moral y el eucalipto, debido a su escasez, fueron sustituidos por pasta, que se traía de Venezuela. Pero el auge de la bola canaria de madera resurgió y se utilizó la jatoba, "cuyo grosor y dureza permitía hacer las bolas".
"He llegado a la conclusión de que necesito tener siempre cerca la madera", reveló Perdomo mientras clavaba su vista en uno de sus tesoros. La bicicleta que utiliza para salir a pasear y ha personalizado añadiendo sus propios complementos en morera y jatoba.
A Manuel construir una puerta y una ventana no le dice "nada". Durante una época se dedicó a hacer pasamanos de escaleras a medida que la calidad de sus trabajos de torneado se fue dando a conocer. Asimismo, de su dedicación salieron unos ochocientos balaustres de caoba para la decoración exterior de la primera fase del edificio que alberga la actual sede del Cabildo de Lanzarote.
Con la exposición Ruedas, arte y tradición, lejos de colmar sus expectativas como artista y artesano y siempre que la salud se lo permita, Manuel continuará dando forma a sus ideas. "Tengo muchos proyectos en mente para seguir ampliando mi obra", aseveró Manuel Perdomo. El sigue firme con su madera de artesano.
Artículo Original: La Provincia - Diario de Las Palmas