Manuel Perdomo Cabrera nace en Haría en 1942. Ha dedicado toda su vida al trabajo con la madera, y ya desde pequeño su ropa olía al serrín de la carpintería de su padre y de su tío, en la que daban forma a toneles de madera, herramientas para los oficios, y muebles, entre otros trabajos.
Autodidacta y emprendedor, su gran pasión por la madera y por la creación le lleva desde joven a imaginar las formas caprichosas en la que es capaz de convertir un pedazo de árbol. Y aunque se ha dedicado al trabajo de la carpintería en todo el abanico de sus posibilidades, siempre ha buscado tiempo para crear con maderas nobles sus sueños, ideas y proyectos que hoy son una realidad.
También hay que destacar su faceta formativa. Ha sido un maestro que ha enseñado el oficio a los jóvenes que trabajaban en su carpintería a lo largo de los años y monitor de las escuelas taller que en varias ediciones trabajaron en la recuperación del edificio que hoy alberga el Museo Sacro de Haría.
Uno de los rasgos más característicos del trabajo de Manuel Perdomo con la madera son los originales diseños y el fino acabado de todos los trabajos. Las piezas de morera, sapelli, o vitacola, entre otras se transforman de su mano en originales esculturas, magníficos carros, carretillas, juegos de bola, patinetas, triciclo y bicicletas, entre las que destaca una reproducción del modelo de la bicicleta antigua Draisiana, de 1818, y en los que no faltan delicados trabajos de marquetería.
Muestras como la denominada “Ruedas Arte y Tradición” de 2014 vino a colmar las expectativas de su trabajo como artista y artesano. Por un lado, sus esculturas, quizás su faceta más personal e íntima y, por el otro, su particular homenaje a los carros y carretillas que en el pasado tanto esfuerzo ahorraron en la vida cotidiana, recreadas con maderas nobles y elevadas a verdaderas obras de arte. Todo esto unido a otros elementos decorativos y deportivos, como los juegos de bola de madera, componen una muestra de nuestra tradición que Manuel Perdomo Cabrera ha preservado en el tiempo con sus manos.